Gredos se caracteriza por una flora de alta montaña, que en la época de las glaciaciones tenía una distribución más amplia dentro de la Península Ibérica. Con inviernos fríos y veranos suaves, destacan entre otros los pinares de pino común (pinus silvestris).

 

Los piornos o escobas (genista purgans) se ubican principalmente fuera de los pinares, que junto al musgo y líquenes, comparten la zona que las rocas graníticas le dejan en el suelo. Además encontramos la boca de dragón (antirrhinum grosii ), la consuelda del Almanzor (Saxifraga pentadactylis subsp. almanzorii ) y la manzanilla de Gredos (Santonina oblongifolia ).

En primavera y principalmente en otoño hay gran variedad de setas en las zonas de pinar: níscalos (lactarius deliciosus, rovellón en catalán) y boletus (boletus aereus) son las más habituales y más codiciadas.

En los arroyos, la boruja o pamplina, también llamada moruja, maruja o regajo, reemplaza a la lechuga en las ensaladas de la zona.