La sierra de Gredos viene siendo objeto de frecuente atención, sobre todo a raíz del proyecto de normas complementarias de Hoyos del Es pino, que declaraban urbanizables parajes de un alto valor ecológico. Nada extraño si se tiene en cuenta que el Ayuntamiento de Hoyos del Espino había encargado la redacción de dichas normas a PROGRESA, sociedad cuyo objeto era «la promoción, construcción y comercialización de urbanizaciones y explotaciones inmobiliarias».
La consiguiente oposición, promovida por diversos grupos ecologistas que planteaban la defensa del medio gredeño, marcó el punto culminante de preocupación ciudadana ante el futuro de la sierra.El creciente interés público hace que, en vísperas electorales de 1977, la polémica sobre Gredos comience a ser origen de ataques contra Adolfo Suárez, dado su carácter de socio fundador de PROGRESA. La fuerte campaña de Prensa llevada a acabo por el movimiento ecologista, unida a las circunstancias electorales, obligan al entonces Ministerio de la Vivienda a rechazar en su totalidad las normas de planeamiento de Hoyos del Espino. Al mismo tiempo encargaba la redacción de un plan que contemplara «tanto los aspectos de protección al ecosistema de la sierra como las aspiraciones de desarrollo social y económico de los municipios afectados», y afirmaba que «en la redacción y tramitación del mismo se dará audiencia tanto a las corporaciones municipales afectadas como a las entidades que de una u otra forma han manifestado su interés en el tema ... ». Con este escrito, la Administración asumía prácticamente todas las reivindicaciones del movimiento ecologista, a la vez que satisfacía ciertas expectativas de los habitantes de la zona; de igual forma conseguia eliminar tan polémico asunto, de la campaña electoral.
El plan integrador que encarga el Ministerio, hoy de Obras Públicas y Urbanismo, no se lleva a cabo; sin embargo, la Diputación de Avila convoca en octubre de 1979 un concurso para dotar de normas subsidiarias y, en algún caso, de plan general a más de una docena de municipios enclavados en la sierra de Gredos. Esta acción, contraria a compromisos y recomendaciones previas de integrar todas las posibles actuaciones en un único plan, causa honda preocupación en diversos sectores que intuyen maniobras tendentes a eliminar el plan director. Las reiteradas promesas de participación de los habitantes de la sierra en la elaboración del plan, la última en boca del senador de UCD Alberto Dorrego, son igualmente incumplidas.
Tres años habla llevado la elaboración de un decreto que, al final, no satisfacía las expectativas creadas tanto en los hombres de la sierra como en los más diversos grupos.
La primera objeción importante que se plantea a la redacción del decreto es el incumplimiento, de manera rotunda, de las reiteradas promesas de participación hechas a los afectados e interesados en el tema. El decreto designa únicamente tres representantes de los municipios de la sierra, quedando excluidos muy diversos sectores locales con vitales intereses en el macizo. Esta antidemocrática organización sorprendió aún más, toda vez que, días antes de tratarse el tema en el Consejo de Ministros, el presidente de la Diputación de Avila declaraba a la Prensa que «los más interesados en conservar Gredos son sus habitantes, pero lo que no quieren es verse postergados en la toma de decisiones que les afecten directamente». Para facilitar «la toma de decisiones», el decreto establecía que los representantes municípales fueran designados por el presidente de su respectiva Diputación.
Abundando en las objeciones al decreto, recientemente se denunciaba públicamente la no inclusión de diversos pueblos de la sierra, entre los que destaca, por su valor ecológico y paisajístico, la exclusión de Zapardiel de la Ribera, por cuanto dentro de su término municipal se hallan tanto el Circo de Gredos como el de Cinco Lagunas.
A raíz del anuncio público de la Marcha Ecológica sobre Gredos, el Diario de Avila inició una campaña acusando al grupo ecologista del PCE, en el que destaca la presencia de Ramón Tamames, al estimar que no se había contado con los habitantes de la zona.
Durante la Marcha se celebraron diversos coloquios, con notoria participación de gentes de la sierra, «en los que se puso de manifiesto que la conservación de la sierra de Gredos pasa por un plan de ordenación del territorio, hecho con la participación de los ganaderos y campesinos que viven en la zona y teniendo en cuenta su desarrollo socioeconómico». Para este fin se acordó hacer un llamamiento para que todas las entidades, grupos y particulares,con interés en el tema constituyeran una comisión de estudios.
Las informaciones consiguientes a este acto darían lugar a una breve polémica que conseguía interesar de nuevo a la opinión pública sobre la situación de la sierra de Gredos (véase EL PAIS de los días 14, 18, 23 y 28 de octubre de 1980).
De esta forma, el desarrollo del Plan Director queda a voluntad de la mayoría de la UCD, con lo que podrían reproducirse los intentos urbanízadores bajo el pretexto de promover un supuesto desarrollo económico y social de los habitantes de la sierra de Gredos.
JESUS RIVERA CORDOBA 11/02/1981
http://www.elpais.com/articulo/madrid/Gredos/temor/persiste/elpepiautmad/19810211elpmad_2/Tes/