Una de las maravillas del Valle del Tietar, estas grutas calizas son una buena representación del paso del tiempo y del agua en el subsuelo del valle. Una sala de unos 10.000 metros cuadrados y un recorrido de algo más de 30 minutos permiten al visitante ver un extenso número de calizas cristalinas.

Esta cueva fue descubierta por casualidad el día de nochebuena de 1963 por un grupo de jóvenes de la zona, los cuales quedaron atrapados durante más de seis horas en su interior. Gracias a esa casualidad, ahora podemos disfrutar de esta gruta abierta al público

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Grutas del Águila